sábado, 28 de marzo de 2009

London Calling




No se trata de la canción de Los Clash. Ya sólo queda 1 mes para la maratón de Londres. 28 días para ser exactos.

Ayer Angelito y yo nos metimos en El Reti las series largas. Un 4.000, 2*3000 y finalmente un 2000. A ritmos suaves pero tengo las piernas como las vigas del puente de la torre de Londres. Este domingo trastearemos y alargaremos la tirada de Fran... je, creo que hasta las 2 horas y media. A ver si nos metemos 28 ó 30 kilómetros. Se acumulan los líos en el trabajo y los últimos esfuerzos previos a la carrera. Las primeras paranoias... el maldito mazazo no vendrá esta vez... no.

Me acuerdo de las sensaciones del año pasado. Londres es una ciudad que me encanta. Creo que es la ciudad que mejor conozco después de Madrid. Pero la maratón es aún más grande, sorprendente. Me acuerdo del carnaval a la salida. De esa maravillosa explanada con masais vestidos de guerreros con lanza y escudo, con escoceses con kilt, soldados de camuflaje, la mujer zancuda, los globos... La salida y todos concentrados. El Cutty Shark estaba cubierto restaurándose pero las chicas estaban allí, animando. Junto al pub más antiguo de Inglaterra. La tranquilidad de rodar a 4 y cincuenta y tantos el kilómetro... a 7 y 45 la milla. Joder con las millas, 26 controles en vez de 42. Mejor bien mirado. Hay que sentir la carrera sin obsesionarse. Es dicen.

El mayor subidón es el cruce del puente de la torre. La sensación es maravillosa. Hay que hacer un pequeño esfuerzo de subida pero la vista lo compensa. Justo detrás la torre de Londres, a la izquierda todos los edificios típicos (el London Eye, las casas del Parlamento, los puentes) y nosotros enfilamos a la derecha y de pronto se cruzan Martin Lel y Wanjiru a toda mecha, seguidos de unos cuantos... el rubio ese americano, otros keniatas... Y empieza a llover, a granizar. Cepedilla y yo seguimos concentrados, con el subidón de pasar por allí y de saber que ya llevamos media carrera. Y entramos en Canary Wharf. No lo conocía. Aquí mis recuerdos son confusos... miro para ver si encuentro Lehman, si disfruto de la zona, veo la maraña de señales de tráfico famosa, pero el camino se empieza a complicar, a enredar. Damos muchas vueltas. O eso pienso. Sigue granizando. Ya más suave pero nos enfría, quizá demasiado. Al acabar los músculos se me agarrotan y saliendo de vuelta a la ciudad empiezan los primeros calambres. Paro y estiro con un cabreo de mil pares. Nacho me espera. ¡Sigue coño! Aún y así me espera. Continuamos. Tengo los malditos calambres qué, en el 20 y muchos. ¡Muy pronto! Pero seguimos. Le alcanzo y continuamos algo más lentos. Nuestro ritmo desciende. A 5'/km. Algo más.

Tras pasar de nuevo junto a la Torre de Londres la sensación es que ya estamos. Que falta nada. Y no, se alarga y no acabamos de llegar al Parlamento. Se hace eterno. De repente empieza la gente a aplaudir como loca. Me flipo, ¿por qué me animan así? Y veo a un tipo en pelotas, altísimo, corriendo con un tangilla como Borat a mi lado. Alucinante. Están locos estos romanos. Otro me adelanta, con una camiseta de Catalonia Is Not Spain. No jodas. Le saludo y le animo... je, en español. El río me parece interminable... Nacho va muy fuerte y le convenzo para que siga sin mí. Se escapa. En ese momento (¿por el 35-36?) debimos de adelantar sin ver a Carca.

Al fondo veo el maldito Big Ben. ¡Por fin! Y las banderas ondeando a mano derecha. ¡Las chicas! Y a un tipo con un correr inconfundible corriendo hacia ellas. Coge una bandera y yo acelero a buscarle. ¡Cepeda! Creo que grito y le alcanzo. Al fondo el palacio de Buckingham. Parece que vayamos a ver a la reina Isabel salir con una banderita de Gran Bretaña y animar. La gente salta y grita. Nacho y yo aceleramos. Alucinamos. Giramos. No sé si ya vuelve a llover o si ha parado. No me acuerdo. Hay globos, cámaras, relojes,... Pasamos la meta 5 minutos más lentos de lo que queríamos pero ya estamos en otra historia. Disfrutando. Nos cuelgan las medallas. Un tipo de la organización me ve temblando y me regala su chubasquero. Me fotografío con unos y nos acercamos al árbol donde habíamos quedado. rub. las chicas. Los besos y la lluvia. ¡Londres allí vamos! Este año disfrutaré aún más. Y esta vez entraremos victoriosos

Now get this
London calling, yeah, I was there, too
An' you know what they said? Well, some of it was true!
London calling at the top of the dial
After all this, won't you give me a smile?

I never felt so much a' like

domingo, 8 de marzo de 2009

CRONICA DE LA MARATON DE BARCELONA 2009


Como otras tantas maratones, y a riesgo de ser pesado, esta crónica comienza en las últimas zancadas de la maratón anterior, la de Chicago. Recuerdo que, tras una preparación igual exhaustiva, llegaba a la ciudad del viento con muchos ánimos de conseguir por fin batir a mi hermoso rival. En la línea de salida estaba convencido. Pero a los pocos kilómetros me di cuenta de que podía volver a repetirse la historia que me había acompañado en los siete anteriores, y en el 28 se confirmó el drama. Me había vuelto a quedar sin gasolina y me quedaba un tercio de prueba en el que penar. Transité esos kilómetros a ritmo de CACOS (para los no iniciados en la jerga de nuestro querido entrenador –TT-, Correr-Andar-Correr), mientras me adelantaban mis buenos amigos a ritmos que me parecían supersónicos.

Nada más cruzar la meta estaba ya planificando el siguiente intento, que volvería a ser en la ciudad que me vio nacer hace casi 44 primaveras. En Barcelona había sufrido como un campeón en 2007, pero es una gran prueba, llana, y con un poco de suerte, con un día menos caluroso y húmedo. Fue una decisión menos polémica que hace un par de años, y en seguida se apuntaron Cami y Cepedilla, repitiendo trío de 2007, mientras que Joan, Serunner y Comb se decidían por Rotterdam. Podría medir zapatillas con amigos como Jordi y Guillermo, y con un poco de suerte, incluso con Félix.

Nuestro entrañable teniente nos bajó el ritmo de entrenos durante octubre, para recuperarnos del maratón –por cierto, es donde más se nota el entreno, en los días posteriores al maratón- y en noviembre ya estábamos otra vez haciendo cuestas, pesas, gomas, acondis y correrías. Bueno, yo me los salté casi todos, porque desde el principio noté un dolor en la parte baja de los abdominales, que a primeros de enero resultó ser una hernia inguinal de la que me opero el jueves, cuatro días después de concluso el maratón de Barcelona. Para que luego digan que no se puede correr herniado!

En Noviembre comencé el asalto a la Triple Corona (mejor marca en 10, ½ y Maratón en una misma temporada), pulverizando mi tiempo de 10km en Canillejas. Inconsciente era de la hernia, pero me salió una gran carrera, acompañado de diesel Mate. Los entrenos planificados por Fran incluían más volumen y sobre todo más intensidad que los del primer ciclo, y me hacía especial ilusión que fuesen iguales a los del galáctico Cami, con el que después de tres años de esfuerzos podía entrenar sin retrasarle.

En diciembre tuve el único contratiempo –quitando lo de la hernia- de la preparación. Me tuve que retirar en los 10km de Aranjuez por una sobrecarga en el isquio izquierdo, dando muestras, por una vez, de algo de madurez en esto de correr. El abandono a tiempo hizo que tras pasar por el fisio el lunes el martes estuviese ya trotando en el Retiro.

La siguiente prueba fue mi quinta Sansil, en la que acompañé al gran Joan en su asalto a los 43 minutos, que cumplió con creces, rebajándolos en más de 30 segundos. Como después diré, se agradecen un montón las liebres, pero yo disfruté un montón como tal.

En enero se intensificaron si cabe los entrenos, y me salté Tres Cantos para concentrarme en Getafe. Día de perros, lluvia, frio, viento. Aun así igualé mi marca de 2008, con 1:26 “pelaos”, corriendo muy concentrado y suelto. A cuatro semanas de Barcelona estaba fuerte, a pesar de no haber podido hacer ni una sola abdominal, ni pesas, ni gomas ni nada…

Febrero fue un mes de grandes entrenos, muchas series, semanas de 6 sesiones, con una tirada de 22 km, otra de 24 y otra de 28. Los 2*6000 me salieron muy fáciles a los ritmos que me pedía TT para bajar de 3:30. Las tiradas largas las acababa muy fuerte, a partir del puente de la culebra cercano a los 4min/km. Todo estaba preparado, una vez más, para atacar el maratón y ganarle por primera vez.

De los dosmaratonesanualescomomínimo se cayó por lesión Cepedilla, pero Joan, Serunner y Comb decidieron apuntarse para acompañarnos como liebres.

Viaje a Barcelona el viernes, y hasta el domingo el ritual fue extremadamente parecido al de 2007. Visita al dentista, comida –en el mismo sitio de pasta- con mi amiga Anna, y megacena en can Español, acompañados por los Soler y Joan. Lo pasamos muy bien, se nos fue la hora, y acabé acostándome a las 2… Antes había trotado como novedad 50’ acompañado de un jadeante Félix (que obviamente no había preparado el maratón, como había anunciado meses atrás).

El sábado me levanté tarde (para un maratoniano, claro), a eso de las 845. Troté 20’, cuatro rectas y al hotel. Jordi me recogió para ir a buscar a los primeros corredores a Sants. De vuelta al hotel nos unimos a Serunner, quien echaba pestes de Iberia y de su retraso de 90’, y nos encaminamos a la feria. A diferencia del caos en la recogida de dorsales de hace dos años, en esta edición no tuvimos que esperar ni un minuto. Luego deambulamos una hora por los distintos stands, haciendo una regresión a la infancia, y no doy más explicaciones en este punto. Los que estuvisteis en Amsterdam os hacéis cargo.

Nos encontramos con el Hita team (Luis&co, Rosa, Fran, Pepe y Marisa), y quedamos para cenar prontito.

A  la comida se unieron Guillermo y Joan, naturalmente en un sitio de pasta. Poco afortunados estuvieron con el servicio, y a la hora de no haber empezado a comer, el autor de las inolvidables palabras “If you want to be nasty, be nasty with your friends”, muy bien secundado, todo hay que decirlo, por Cami, explotó, y en correcto castellano los mandó a Esparraguera.

De vuelta al hotel, y a la soñada siesta premaratón recibí la llamada de otra amiga, a la que no veía desde hace más de 20 años, y cambié placentero descanso por agradable café revival.

A las 1800 asistí a la misa de cabecera de los Soler, donde fue introducido al párroco skin head y harleydavidsonero, quien me pareció encantador y me prometió rezar para que ganase la carrera (evidentemente un convencido de los milagros).

De vuelta al hotel nos preparamos para la pronta cena, como no, en el italiano de raciones para maratonianos, la Tagliatela. Harto ya de pasta, cené gnoquis, lo cual fue un gran acierto a repetir. En la cena nos encontramos con el Hita team, y para mi alegría quedaron en acompañarme desde el km 10 al 30. Destrozando una vez más mi estrategia, Luis me convenció para que fuese delante del globo de 3:30 hasta el 10, y luego el me llevaría entre 450 y 455 hasta el 40. Con mi poca fuerza de voluntad, acepté, lo cual implicaba salir con reloj para controlar los tiempos. De camino al hotel Cami me volvió a convencer de mi estrategia inicial, que como veis, no tenía nada clara.

 Descansé bastante bien, y a las 600 am ya estaba en pie. Tetrabick de papilla de 8 cereales y miel, más un plátano. Un powerade y medio litro de agua. Visita al sr. Roca, de no gran intensidad para mi desesperación, y bajada a recepción para encontrarme con Cami. Guillermo, que al final tampoco corre, pero va a hacer de apoyo bicicletero durante la prueba, así como tirar de Jordi en los últimos 12 km, ya espera en recepción. Jordi llega en breve y nos encaminamos a la salida. El día no tiene nada que ver con hace dos años. Las condiciones son perfectas: día nublado y fresquete, 12 grados. En 2007 a esta hora ya había más de 19, y con mucho sol.

Nos despedimos en el Hotel Cataluña, y Cami y yo nos encaminamos a nuestros cajones de salida. Me encanta correr con Cami, aunque él vaya bastante por delante. Da confianza. Gran abrazo y al cajón. Al final he salido sin reloj, para quitarme presión. La idea es acompañar al globo de 3:30 hasta encontrarme con el Hita team. Veo que los globos de 3:15 y 3:30 están unos metros por detrás. En el cajón te inundan las emociones. En esos 20 minutos recuerdas todos los entrenos que has hecho, los buenos y los malos, a tus compañeros de fatigas, a tu familia. Te fijas en los nervios de otros corredores. Estás solo, todo depende de ti. Intentas visualizar el sufrimiento de los últimos kilómetros. Llegamos a los últimos 5 minutos. Un Padrenuestro,  muy recogido, reconfortante. Al final no correré del todo solo. Luego el “Barcelona” de Fredy Mercury y Montserrat Caballé pone los pelos de punta. Inmediatamente después… pum la salida. Limpia, salgo muy tranquilo. Por la calle Sants hay un ambientazo. El globo de 3:15 me coge en el km 3, y no hago ni amago de seguirle. El de 3:30 está todavía lejos, pero voy muy cómodo a mi ritmo, y no lo espero. Llegamos al Camp Nou (km 5) y me entretengo con los comentarios de algún corredor imagino que novato. Tras una pequeña subida comenta: “me he puesto a 182 pulsaciones, imagino que por los nervios”… me recuerda a mi primer maratón, Mapoma, en el que en la plaza de Castilla llevaba esas mismas pulsaciones y sufrí lo indecible a partir del km 18…

En la avenida de Sarria me encuentro con mis liebres, que han salido del hotel a animarme. No las esperaba en este punto y me da el primer subidón. De bajada a la plaza de España voy entretenido, busco un par de veces el globo de 3:30 pero sigue a unos 100 metros por detrás. Las sensaciones son óptimas, y continuamente las comparo con las de otros maratones. Nada que ver, pero esto es muy largo.

Justo al pasar el km 10 me esperan Luis Hita, Rosa y Fran. He pasado en 48 min, por ahora va todo como queríamos. Mis tres compañeros son un lujo. Fran va hablando todo el rato, Luis marca el ritmo como un Rolex, y Rosa se me pone al lado (o yo al suyo, quien sabe), y no me deja adelantarme más de dos metros a Luis. Los km van cayendo sin darnos cuenta. Sólo sé que completamos uno más por el anuncio de Luis: 4:55, 4:54, 4:56… No me tengo que preocupar de nada. En cada avituallamiento me voy por el centro y tengo tres botellas a mi disposición. En el 17 me esperan Comb, Serunner y Joan. Pasamos al lado de la Sagrada Familia. Nos han evitado unos pocos metros de cuesta, pero se echa de menos la bajada por Arquitecto Gaudí, con la iglesia de fondo. Con  mi guardia de corps nos encaminamos hacia los km más feos del maratón, que coinciden con la media. Correteamos por la Meridiana, y pasamos la media en 1:43. Bien, las sensaciones son estupendas, no me duele nada, y el estómago va a la perfección. Bajamos al puente de Calatrava, donde empecé a colapsarme hace un par de años. Todo mi “equipo” funciona a la perfección, sin dejar de animar ni un metro. Llegamos al Fórum, donde pinché definitivamente en el 2007. Es el km 25, vemos el 30 en la contrarecta. Estos son los km definitivos. Subimos estupendamente hasta el Pirulí. Nos cruzamos con Cami y nos levantamos el pulgar. Me preocupa que vaya unos pocos metros por detrás del globo de las 3 horas, pero ha dejado atrás a Marisa. Se me hace muy corto llegar al 30, en 2:27. Definitivamente, las sensaciones son diferentes a los maratones anteriores, pero ahora empieza el verdadero maratón.

En los km de la playa empiezo a notar el cansancio, es el peor momento de la carrera, y además sale el sol. Luis Hita recuerda que sigamos bebiendo. Comb va como una moto, ninguno sabemos que ha desayunado, pero le ha sentado de miedo. Volvemos a entrar en zona urbana, mucha gente en la Plaza de Cataluña. Giramos y nos encaminamos hacia el Palacio de Sant Jaume, y de repente, por acto de magia, me entra un subidón de órdago. Luis Hita pregunta cuánto tiempo llevamos de maratón, para calcular el colchón que llevamos. Yo no quiero colchón, me voy hacia adelante. Escucho a Rosa, Fran y Luis que se despiden a mi espalda “Vaaaamos Alfonso”! Tengo grandes sensaciones y no dejo de pasar corredores hasta la Plaza de Colón. Me acompañan Comb, Serunner y Joan, que no paran de repetir los tiempos: 4:10, 4:05. En Colón paramos para evacuar los últimos líquidos y afrontar el Paralelo y la calle Sepúlveda en perfectas condiciones. Aguanto el km 39, y meto los dos últimos en 4:55, con mis liebres tirando y cuidándome a la perfección. Los últimos 200 metros son gloriosos, esprintando a tope. Veo 3:27 corto en el reloj, lo he conseguido. Gracias a tod@s! Suerte a mis liebres, que en los próximos días atacarán Tokio, Rotterdam y Londres. Siento no poder devolveros el favor en esta ocasión, pero como ya he dicho, he de pasar por boxes para arreglar la hernia inguinal.

Cami terminó en 3:03, siendo el primero en muchas clasificaciones. Jordi también consiguió PB, bajando de las 4 horas. Lo celebramos como habitualmente, en un japo, con las familias de nuestros grandes amigos catalanes.

Florencia nos espera!!!

viernes, 6 de marzo de 2009

Más madera




¡Menuda foto chula de Barcelona! Rosa, Ángel y yo parecemos que estamos a punto de entrar en meta triunfantes y no éramos sino liebrecillas. Matiés sonrie pícaro en 2º plano, y el Luisete atrás, con el trabajo sordo de marcar el ritmo con más precisión que un Rolex. Alfonso, el verdadero prota de la historia, en un segundo plano... pero con esa altura poco se puede ocultar.

Parece que ha pasado un siglo. Seguimos esperando la crónica de Carca pero supongo que poco faltará. Ayer pasó por quirófano a que le arreglaran la hernia inguinal... tenía carita de cansado pero sobre todo va a echar de menos por un par de meses el correr.¡Más le echaremos de menos nosotros!

Cami (que iba 20' delante y por tanto no apararece en la foto) está ya preparando la medio iron man de Calella.

Nosotros, el resto, seguimos de maratones. Luis se va en "ná" a Tokio. ¡Qué pasada! Y los demás seguimos con Londres para el 26/abril

Esta semana estamos todos como motos... sin huellas de la maratón. Ayer Angelito y yo nos metimos un 3000, tres 2000 y un mil como si nada. Ayudados el uno del otro (como haremos en Londres) a ritmos fuertecillos. Hoy he rodado suave a las 7 en El Retiro y me he metido 15 kilómetros más y el domingo nos veremos todos en la CdC para 1 tapia y 2 bosques (por indicación de Rosa). 2 horitas y unos minutejos. sarna con gusto no pica... eso sí, con calma que queda mucho

domingo, 1 de marzo de 2009

Buenos resultados, un gran fin de semana




Por fin un mito que cae. Alfonso se tocó la nariz e hizo muy tranquilamente 3:26 hoy en Barcelona. Cami, por su parte, y tras estar sin correr 20 días se marcó 3:03. Para él una pequeña decepción, para el resto simplemente portentoso tras una lesión.

Fin de semana completito con cachondeillo en la feria del corredor con Susana y la del Powerade, muchos amigos (Luis Hita y su banda, Depa, los ex de P&G que iban a por su primera maratón,... y sobre todo con Jordi y Guillermo que se portaron todo el finde como unos anfitriones de primera. Pasta para comer y pasta para cenar... ¡por las oreja, oiga!

Por la mañana no les vemos porque salen del hotel a las 7:30 para la salida de la maratón. Nosotros desayunamos con calma y nos enfilamos corriendo 2 km al kilómetro 10. Antes pasamos por el 5 con Guillermo Tuni para ver pasar a la elite primero (que cara de sufrimiento tienen los que corren a menos de 2h30...les duele todo desde el primer kilómetro). Vemos pasar a Depa, a Beni vestido de negro, a Cami algo después del globo de las 3 horas pero muy tranquilo y algo antes del de las 3:30 a Carca, feliz. El día está fresco y empieza a lloviznar, muy suavemente.

Nos enfilamos corriendo otros 2 kilómetros hasta la Pedrera, en el km 15. No ponemos a correr calentando tras ver pasar a Cami y en dirección al 17 que es donde pretendemos recoger a Carca. Vemos ya pasar antes del globo de 3 horas a Pepe y luego a Marisa con Cami algo más tarde. Al poco antes del 17 aparece Carca escoltado por Luis Hita, Rosa y Fran. Nos unimos al grupo. Charlamos, gritamos, recogemos los avituallamientos por Alfonso... ¡vamos muy sobraos! La cara de Alfonso es de tranquilidad. No hablan y rueda con facilidad. Con mucha calma. Pasamos la Sagrada Familia (nos la encontramos a la derecha, sin a penas perspectiva, no como hace 2 años... un mal cambio). Seguimos y enfilamos hacia la meridiana para casi salir de Barcelona. Es una parte fea del recorrido, con gente yendo por un lado y viniendo por el contrario, con apenas separación e incluso con ligera confusión en un determinado momento. Por lo demás la carrera esta muy bien organizada. Cruzamos el puente de Caltrava y enfilamos de vuelta al centro hasta llegar a la torre Agbar donde hay un ambiente de etapa ciclista impresionante, con gente animando por todos los lados.

Carca sigue genial. Sin inmutarse. Parece que no va cansado aunque la procesión irá por dentro. Bajamos hacia la mar y cogemos dirección al Arts. Esta parte de la carrera es muy bonita y se hace fácil. Vamos a un ritmo constante de 4:55-4:56-4:55.4:57... sin apenas errores gracias al ritmo marcado por Luis Hita. Alfonso no lleva si quiera reloj. Angel y yo paramos dos veces a mear lo que hace que por 2 veces tengamos que acelerar a 4'10" para no quedarnos descolgados. Son los dos únicos momentos duros. Por lo demás, cambiamos de ritmo para ir a por agua o de lado, gritamos pidiendo paso para Alfonso, o bromeamos con los espectadores o con otros corredores. ¡Qué gozada es correr sin presión!

Llegamos por fin hasta el 37 donde Carca se lanza en picado y se pone a 4:10. Menudo ritmo. Luego no sería para tanto aunque marcamos 2 kilómetros a 4:30 y poco. ¡Menos mal que a Alfonso le llama la naturaleza y se para -je, y yo- a echar una meadita. Tras ese momento nos relajamos algo y enfilamos la subida del Paralelo algo más suaves, cerca de 5. La carrera, muy llanita y favorable termina con los 2 últimos km de ligera subida (que tras 40 corriendo os podéis imaginar): Alfonso sufre pero aprieta los dientes y sigue a 4:50 hasta que dobla la curva final donde se ve la meta a 200 metros y mete la directa, acelera de nuevo y entra en pleno subidón con un tiempo bruto de 3:27. Neto 3:26. Maravilloso