Correr por el desierto es duro, muy duro, durísimo. El agua se recalienta y se convierte en un caldo imposible de tragar; el sol, implacable, abrasa; el polvo se agarra anuestra garganta dificultando la respiración; pesan las piernas, ardientes...Así estabamos ayer en Madrid, por encima de 37º a las siete de la tarde, y a pesar de ello, valientes y decididos salimos a sufrir: sabíamos que en el siguiente avituallamiente tendríamos nuestra lara de Monster Energy...
Vicios ...inconfesables???
Hace 8 años
4 comentarios:
¡Carai qué suerte tú! Yo no tenía ninguna "lara" esperándome, eso se avisa hombre.
A ver qué nos encontramos esta tarde tras las cuestas...
¡Ah, ese espejismo en que las "latas" son laras...! ¡En qué estaría pensando!
Comb, no digas que no, que en el Retiro había unas cuantas, en especial tu amiga....
Donde me temo que no habrá na, será hoy en Valde...
Jo, como Lara no... al menos que se viese pero lo veíamos de lejos. Aunque es verdad que de cerca lo bello suele perder fuerza...
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