domingo, 27 de abril de 2008

Gestas desde la barrera (I)


Este fin de semana me ha tocado seguir los toros desde la barrera. ¡Y cómo he disfrutado!


Primero en el 70.3 de Lisboa, acompañando a Mildo, Jordi y Guillermo, además de a otros 500 héroes que se batieron el cobre en esta dura prueba. Lástima que el Kraf Maga se interpusiese en el último momento entre el gran Cami y esta bella prueba. Pero para mi fue como si la corriese. De hecho embarcar a la gente tiene su mérito, y estar constantemente animándoles con el ejemplo hace que para el resto de la humanidad el participar en la prueba sea insignificante. También he disfrutado mucho viajando con él, como hacía muchos años.


Pero vayamos al grano. Llego a las Docas el viernes por la tarde, donde me encuentro a Cami con la sección catalana disfrutando del tiempo y de unas cervecitas. Allí están Jordi y Guillermo, acompañados de Ana y Beti, sus escuderas en esta ocasión, y de Albert y Toni, debutantes también en la distancia.


Tras una vuelta por el centro comercial vamos al encuentro de la familia Torres, con el ya famoso Don Gines y Mila a la cabeza. Nos tomamos una cervecita con Mildo y Pili y nos encaminamos al restaurante (italiano por supuesto), donde reuniremos todas las secciones del viaje en torno a suculentos platos de pasta. Mi primera sorpresa es ver como esta gente del 70.3 debe estar hecha de otra cuña. A diferencia de los maratonianos puristas, ahí siguen a las 11:30 pm, cerrando el restaurante. Y sólo quedan 6 horas para que toque diana!!! Igualito que nosotros en Londres, que estábamos recluidos en el hotel desde las 2:00 pm y en mi caso me acosté antes de las 9:30... A ver si va a ser ese el truco...


A las 6:00 am estábamos puntuales Mildo, Pili, y yo en el desayuno. Cami había decidido darnos una hora de ventaja, ya que no cambió el reloj y se pasó dando vueltas por el hotel desde las 5:00. Ya se notan los nervios precompetición, y nos encontramos con otros atletas (alguno de los cuales habían corrido en Londres, como Blanca y Jordi) a los que nos comprometemos a animar también.


Bajamos hacia los boxes y Mildo está hecho un manojo de nervios. No para de correr para arriba y para abajo. Nos encontramos con Lastra y con su novia, y en los boxes con Jordi y Guillermo. Claramente hay nervios por doquier. Se acerca la hora (las 8am), y cada vez hace más calor. Pienso que la carrera a pie puede ser un infierno, si sigue así (recuerdo la media que hice hace tres años con Comb y Cepeda, en la que sufrimos de lo lindo... y era sólo una media!).


Pum, todos al agua para el primer 1.9. Sale primero del agua el waterpolero Guillermo (la experiencia es un grado), seguido de Lastra, Mildo y Jordi. Todo va bien, y se encaminan a las bicis. Ahí estamos con la bandera rojigualda por capa (me daba la impresión de ser superman), animando junto a Gines, Mila, Pili y Cami. Una, dos... cuatro vueltas a un circuito de 22 km para completar los 90 reglamentarios. El calor cada vez aprieta más, pero nos da la sensación que en bici no debe molestar tanto. Mildo entra a unos 8 minutos de Lastra y ligeramente por delante de Guillermo, Jordí un poco más atrás. Empieza lo realmente duro. Debe hacer más de 32 grados (como me recuerda en este instante mi dolorida piel, que acabé como un cangrejo, o como un guiri en Torremolinos un 2 de agosto), y no se mueve una gota de aire. La carrera a pie (media maratón) es a lo largo de un recorrido de 5 km al que se le dan 4 vueltas, lo que facilita que nos aprendamos mogollón de corredores españoles que pasan por delante nuestro cada treinta y tantos minutos. Los ritimos son cada vez más agonizantes. No hay una sola sombra en el recorrido, que además tiene un suelo empedrado, o con tablas deslizantes. Mildo recupera el terreno perdido enseguida, Lastra sonríe en cada vuelta. Guillermo va muy concentrado, y Jordi anuncia que no sabe si acabará en la primera vuelta... El resto son los trescientos o más españoles a los que tampoco dejamos de animar. Detalles bonitos como gente que saluda cada vuelta, uno se para a besar la bandera, todos te agradecen estar ahí. Este es el momentazo del espectador.


Van cayendo las vueltas, cada vez más calor, cada vez menos ritmo, cada vez más sufrimiento. Grandioso ejemplo. Última vuelta, llega Mildo, se le ve completamente feliz. Le ofrezco entrar con la bandera. Prefiere hacerlo solo. 30 metros antes de meta ya está levantando los brazos, con una sonrisa de oreja a oreja. Cruza la meta y nos asusta. La emoción ( y el agotamiento, imagino), no le dejan casi respirar. Abre la boca como un pez fuera del agua (querrá correr algo más?), pero se abraza a Pili, y al resto. Ya es un Finisher!!!


Al poco llega Lastra, feliz como una perdiz (él está preparando un ironman, o sea que esto debería ser solo algo más que un aperitivo), y unos pocos minutos después Guillermo, con una fuerza descomunal. Es el que más entero llega, con la conciencia del deber cumplido (creo que nunca había relatado haber entrenado tan bién, con tan pocas lesiones...). Se abraza a la emocionada Beti, y me deja impresionado al ser capaz de ponerse a estirar inmediatamente, subiendo la pierna hasta límites que yo ni soñaría, incluso después de un entreno normal. Me voy a por Jordi, que debe estar pasando un calvario en la última vuelta. Le veo a lo lejos, a falta de 2 km más o menos. Le grito, y en cuanto me ve se pone a trotar (eso es casta). No deja de hacerlo hasta la meta. Vamos charlando, lo que espero le haga menos complicados esos últimos metros. En meta Ana orgullosa de su maridín.


Luego me encuentro a Eduardo Estalella, que ha ido a hacerle fotos al Finisher Jorge, su hermano. Pero esa no es historia de este post. ENHORABUENA FINISHERS!!! y ENHORABUENA CAMI (futuro FINISHER) por embarcarnos en esta aventura!!!!

3 comentarios:

Cami dijo...

Buena crónica Carca, ahora espero que los protagonistas se "estiren" y nos hagan sentir algo de lo que "sufrieron o disfrutaron" en esta pedazo de carrera.
La verdad, es que ya solo sueño con ser Finisher, como todos estos héroes.
Tienes razón, esta gente esta hecha de otra pasta, cuantos corredores hubieramos caído aplastados por el sol infernal en solo una media maratón, y estos tíos se metieron entre pecho y espalda lo que no esta escrito.
La parte buena es que ya han hecho la mitad del entreno para Les Sables.
Carca gracias por venir a Lisboa, pero sobre todo por "unir amigos", y por hacerme recordar "viejos tiempos" cuando recorríamos mundo juntos...

Jordi Español dijo...

Habrá crónica, seguro.
Ahora sólo un apunte: como ya he escrito en el blog de Cami, Carca, déjame agradecerte nuevamente tu presencia y calor (este no quemaba) en Lisboa. Es un orgullo y una suerte impagable teneros en mi nómina de amigos.

Un fuerte abrazo.
Jordi.

Mildolores dijo...

Pues eso mismo digo yo. Impagable el gesto de Carca e impagable Cami, que embarcándonos en esta historia no nos ha querido dejar en el último momento, en el de la verdad.
El año que viene quiero que cuentes conmigo para repetir lo de Lisboa, proclamo.

Carca, todavía me arrepiento de lo de la bandera, pero el momento de cruzar mi primera meta triatlética "al desnudo" no quise perdermelo. La próxima seguro que sí que la acepto ¡Faltaría más!
Joder, todavía me da rabia.