Mi viejo amigo John lo decía en su balada de John y Yoko
"Christ!, You know it ain't easy,
you know how hard it can be
The way things are going
They gonna crusify me"
Pero es lo bueno del maratón. Aguantar el entrenamiento y llegar en forma al día D. Luego en Londres ya podrá pasar cualquier cosa: que si un bordillo, que si un empujón en un control de avituallamiento, que si simplemente un flato a destiempo, que si un calambre o seis al tiempo, que... ¡qué se yo! Incluso puede que salga bien y baje uno de marca.
Pero lo que a mí me gusta de la maratón es el entrenamiento, todo el proceso. Empezar, notar que coges forma, dudar, ponerte a prueba y ver que no llegas, y de repente lograrlo por unas semanas, y ahora una pequeña molestia que te hace bajar los kilómetros unos días, o un catarro tonto, pesarte en la báscula y pensar que sí, que vas a cuidarte al menos este último mes y luego te comes un buen cocido o un helado pero al día siguiente pones el despertador a las 6 para correr. Y un día no poder acabar o incluso no seguir a tus amigos. Y al día siguiente sentirte el rey del mundo tras lograr mejorar unos tiempos en unas series. Y compartir estas locuras en un blog. Tanto drama en paralelo a nuestra vida normal. Qué maravilla. Es como un viaje de ácido lisérgico. Un gran colocón. Hasta por la adicción y la resaca. Ah, y correr en Londres. Qué follón, con lo que me gusta marcar los pasos kilométricos y allí, en vez de 42 hay sólo 26, las malditas millas. O tan solo 8, cada 5 kilómetros. Y empezar a pensar en otoño. O como Cami, más grande aún, en el gran hito de los 45, que si los 5 grandes o la locura maravillosa de Les Sables. Sentirnos vivos y luchar. Y vivir esta película maravillosa en paralelo. Soñar. ¡Qué gozada es soñar!
3 comentarios:
OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLE!!!!!!
Rubrico y suscribo todas y cada un a de las palabras del amigo Comb. Vaya forma más chula de describir esta locura!
Carca, queremos la crónica de la Sanpa Run....
Comb, me has elevado el espíritu y me has hecho soñar también
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