Si señores, de vacaciones en Marbella. Y sí, señores, concentrados por aquí, comiendo, corriendo y disfrutando de la familia. Hasta ayer a eso de las 18 hacía un tiempo de escándalo, hasta habíamos estado en la playa y los locos de mis hijos se habían bañado ya dos días. Por aquello del destino, ayer decidí dejar los 8*2*400 para por la tarde y cuando me visto empieza a jarrear. Resumen: algo más de 1 hora bajo intensa lluvia corriendo por el maravilloso paseo marítimo de Marbella. Para los que no lo conozcáis, un espléndido paseo de albero (al menos cerca de casa y donde me metí las series entre pecho y espalda). Conclusión, acabé más empapado que los peces del Mediterráneo y por aquello del albero, haciendo justo honor a mi apellido. Con barro hasta la cabeza. Al llegar a casa, me quité las zapatillas en la terraza y con calcetines, pantalón y camiseta directo a la ducha.
Una verdadera gozada, señores. Un abrazo a todos y espero que mejore para el viernes que me tocan los 8000 y 3000 a ritmos controlados (que diría Eli) o cañeros (que diría yo)
2 comentarios:
Me produce mas envidia lo de llegar como una sopa después de un entrenamiento glorioso que la propia estancia en Marbella, que ya tiene su miga, desde luego.
Aquí, el amigo Cami y yo, luchando contra el viento y convirtiendo nuestro entrenamiento con transición (bike-run) en un "nopuedoconlavida" que daba entre pena y asco. Espero resarcirme el sábado con la tirada larga bicicletera y el domingo con los bostoniacos en la CdC.
Querido Comb, ya sabes que disfruto casi más viendo lo que te gusta correr bajo estas circustancias que si las disfrutara yo.
Esos son los verdaderos momentos mágicos del running, eres libre, nada te ata, mientras los demás tienen que estar cobijados y resguardados de las inclemencias meteorológicas, tu disfrutas de la carrera...
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