Faltan casi 3 meses todavía para la maratón de Valencia y ya comienzan las madrugadas imposibles para compatibilizar entrenos, trabajo y familia... Si me he pasado agosto madrugando para correr a las 8 de la mañana y vencer el calor, ahora se trata de poner el despertador a las 6 de la mañana...
Todavía hace calor pero a las 6:30 cuando salgo el frío se siente en los huesos en la primera media hora, hasta que calientas... o incluso hasta cuando sale el sol, cada vez más tarde... ahora a las 7:15
Las calles vacías, algún camión de la basura, un taxi esporádico, los ladridos de algún perro...
A veces me levanto, me preparo un cafe y unas tostadas y cuando me las tomo tengo ganas de volverme a la cama y dormir
Locura bendita pero locura al fin y al cabo. Nos ven llegar a horas que otros están escuchando sus despertadores y creen que ... no sé qué piensan
Y corremos para qué, para bajar unos minutos a unas marcas que están a 1 hora de las de la élite... y aún y así esoy feliz cuando lo hago
Correr como dice mi amiga Rosa decididamente no es de cobardes
