Tengo un gran amigo que me inició en esto del correr
Tiene mi edad, 45, y llevamos cerca de 6 años haciéndolo. Me enseñó el valor de la superación; de hecho cuando empezaba le sacaba 5' en los 10k y acabó sacándome 5' a mí. Me enseñó la imprtancia de entrenar, de correr en grupo, de descansar, de llegar hasta la verja y no pararse antes de llegar, me enseñó a sufrir en los entrenos y me gritó para ayudarme a sufrir en las carreras. Me enseñó a cuidarme, a no pasarme con las comidas pero a seguir disfrutando de ellas, la importancia de guardar anotadas las sensaciones de los entrenos, la importancia de viajar con los amigos al fin del mundo para competir en una media maratón o para simplemente entrenar.
Con él aprendí a disfrutar de eso: del día a día en El Retiro, de las tiradas largas a horas intempestivas en la Casa de Campo o en Valdelatas, de compartir sensaciones en interminables correos electrónicos con la cuadra, de escribir nuestras reflexiones en los blogs de runners, de sacar tiempo de jornadas maratonianas en la oficina para levantarse a correr o a estirar.
Por eso sé que lo importante es eso y no hacer una estúpida marca en la maratón. Que la maratón se empieza 4 meses antes y que se olvida al comenzarla porque empezamos a pensar en la siguiente. La maratón es una puñetera excusa para volver a soñar y compartir sueños con unos amigos como cuando teníamos 8 años. El es "mi mejor corredor", sin dudarlo. Me importa un carajo que pinches en una carrera. O en dos o en cuatro. Son cuatro excusas para correr más y soñar más
