Comenzamos el ciclo de entrenamiento para Florencia. Noviembre queda lejos y hay que empezar por reforzar los músculos que ya habrá tiempo de ponerlos a prueba con kilómetros y velocidad.
Llevamos un par de semanas con cuestas, pesas, gomas y acondicionamiento físico. Pocos kilómetros. Sobre 50 a la semana. Muy pocos.
Dos días de cuestas. El martes cuestas cortas. 2*9 con inclinación máxima (a partir de la 4ª alternando una de skipping con otra de carrera). Entre cada 9, 300 metros de recta a ritmo cañero de transferencia. Los viernes las cuestas largas, por tiempo. Este 6*1', la semana pasada 5*2'.
Dos días de gomas más otro adicional de pesas. Ya llevaba tiempo sin pisar un gimnasio y me dí de baja en el mío así que toca pagar el pase de día en La Chopera, en El Reti, siempre tras un rodaje de 1 hora. En el fondo se agradece el aire acondicionado del gimnasio con el calorazo de julio.
Lo peor...las malas sensaciones. Las piernas pesan, voy lento e incluso con molestias. Además, no me quito kilos a pesar de estar cuidándome antes de que lleguen las vacaciones de agosto. Había ganado 5 kilitos tras Londres y ahora no hay quien los quite. Ya caerán cuando deje las pesas y comience la caña con las series en septiembre.
Mejor piernas fuertes, unos cimientos sólidos, para aguantar más tarde las series. Si empezamos a rodar fuerte y largo ahora en septiembre vendrán los problemas musculares. La maratón destroza la musculatura. La carrera contínua a ritmos rápidos controlados va pasando factura a los músculos si no los hemos reforzado previamente. Ahora toca reconstruir, hacer más amplia la base de la pirámide, para llegar a tope a Septiembre.
Pero eso sí, a los corredores nos encanta rodar y echo de menos los kilómetros e incluso las series...