Sí, el ángel caído, el demonio. Creo que habremos dado la vuelta en torno a esta preciosa estatua de El Retiro mil veces. Mis primeros recuerdos son de los famosos 2*6000 previos a la maratón. De la farola al ángel caído y vuelta a la farola de la entrada de El Paseo de Carruajes, junto a O'Donell. 3000 metros. 4 veces. Que si a tu ritmo de maratón, que si a toda pastilla. En vez de odiarla me encanta. Se me hacen fáciles. Creo que ya he hecho 4 pruebas de 2*6000 y no sé cuántas decenas de series más, que si 500, que si miles, que si tres miles.
Ahora estamos en época de series largas los viernes. Quedamos 10-15 del Boston a las 18:30. Juanjo, Digi, El Chiquitín, Carca, Juanqui, Leo, Rookie, Miguel Angel, Boni, Ugo, Jesús y José Luis Lázaro, Gustavo, Vicente, Ángel Zurdo... y de vez en cuando se suman otros y otras como María José, Mayte, Pili, un italiano que se llama Amérigo y que corre que se las pela... Los primeros tienen algo en común... se pican, y mucho. Algunos como Jesús Lázaro o Juanjo van sobrados pero aún y así, como hoy en el último 500, dicen aquí estoy yo.
Hoy 3000-1000-3000-500, el viernes pasado 3000-2000-1000. Paliza para el cuerpo. Las primeras fuerte y contento, a 4:20 en vez de a 4:27. El mil luego a 4:07 en vez de 4:15. El siguiente 3000 lo empezamos a 4:10, bajamos a 4:07 y el último mil me quedo, no, sigo, se queda Vicente, me quedo tras Hugo y Leo, me quedo, doy un último estirón y alcanzo a Leo. Bendito Leo. Sigo y llego con la sensación de ser más lento que el ángel caído. A 3:59. Me dicen que en cabeza el último mil Alfonso y Juanqui lo esprintan, desde el ángel Juanqui se embala. Carca espera hasta la cuesta y se va a por él. Menos de 3:30. Je, en el 500 final ya no se pueden ni mover.
Qué gozada. Me encantan los viernes. Me hago 60 kms para llegar a hacer las series y me dan una vidilla especial. Nacho y Adela, ¡¡¡os tenéis que apuntar ya!!!
Es curioso que preparando maratones me gusten más las series cortas, los 200 ó 300 metros. Los hago solo tan pancho. Las series largas en cambio me matan. Sufro no sólo corriendo sino pensando en lo que me queda por correr. Chungo. Tengo que mejorar esto. Aún y así, me gusta cada vez más los viernes. Estoy cogiendo afición a las series largas a pesar de arrastrarme en las últimas. ¡Coño! Me arrastro pero sigo y no me quedo. Llego. Y a buen ritmo, que rodar el último mil a 3:59 tras correr 6000 metros no está nada mal. Ya prefiero las series a rodar, enganche total. Buena señal. Si sólo me diera la gana de adelgazar algo, pero eso es harina de otro costal. Por cierto, me voy a cenar a Astrid y Gastón, un peruano. A resarcirme de la panzada de correr. Y mañana a descansar. Hasta el domingo a las 9 en la CdC